viernes, 8 de mayo de 2020

Sueños

Cuando era niña quería ser mujer maravilla, arqueóloga y Jem (sin sus dramas, eso sí), hablar con los gatos, inventar cosas, bailar como en Broadway, tener una radio y hacer películas.
Las películas eran escritas, dirigidas y protagonizadas por mí, con mucho diálogo, caminatas, trenes y resolver problemas pensando mucho y con ayuda de los sueños. Bailaba con las aperturas del estelar de los martes en la tele. Hablaba en idioma gato con mis michis y creo que me entendían, pero quería que todos pudieran. Grababa cassettes con mis programas radiales, hablando de música, de películas, de resolver cosas. Eso era ser una voz que acompaña, pero sin que supieran quién era.
Me encantaba el tema de las identidades secretas, tener poderes, reconocimiento y hacer cosas espectaculares, pudiendo volver a la vida común cuando se quiera, sin que te reconozcan, te envidien o te molesten, lejos de gente interesada que te pida cosas que no tienes ganas de hacer.
Cosas secretas que salen a la luz a veces y maravillan. Por eso arqueóloga, por eso Jem, por eso la Wonder Woman.
Leía harto y también quería poder escribir y alegrar a las personas con cosas que les llegaran al corazón y les resolvieran problemas o dudas. 
Y cantar, cantar y bailar. Y brillar un rato y después bajar del escenario y salir caminando tranquilamente.