martes, 30 de abril de 2019

Late

Con los años me he dado cuenta de varias cosas, pero una que me intriga es lo sensible que me he puesto. Me emociono con cosas que antes pasaban desapercibidas, me salta el corazón con cosas diarias, sencillas. Como que me sintonicé en otra frecuencia, una más intensa. Es raro, el ritmo ha enlentecido, pero como que todo está más concentrado. Y no, no es menopausia, ni embarazo, ni hormonas.  Son puros años que se juntaron para hacer su efecto.

jueves, 25 de abril de 2019

Jardinear

Mi casa de infancia estaba llena de plantas, rosales, enredaderas, naranjos, parras. Yo siempre como que le tuve susto a poner plantas y que no crecieran. En el departamento de Valparaíso teníamos apenas dos plantitas, una se murió y la otra la heredó la C. En Lolol hubo más y fue nuestro primer intento con el ciboulette. En la Francia no tuvimos ni una. Ahora que llevamos varios años en Santiago, echando raíces, de a poquito vamos atreviéndonos con las plantas. Ciboulette creciendo vigoroso, algunos cactus que van bien, un romero que va prendiendo, laurel firme, naranjo con fuerza (segundo año que voy a hacer mermelada), damasco chiquitito, pero nos regala como 20 frutas anuales. Pienso plantar unas semillas de pimentón que tengo guardadas y el otro año, zapallos de los que nos convidaron de su huerta los compadres. Las monas chicas aprendiendo también a hacer hoyos con la palita, a regar con cuidado las flores y a disfrutar lo rico que nos da la tierra.

sábado, 20 de abril de 2019

Almas oscuras

De vez en cuando me los topo, y cada vez me sorprenden. Es que mis padres son (mi papá, desde lo invisible, sigue siendo) buena gente, así que crecí creyendo que las personas son buenas, decentes, generosas, trabajadoras y humanas, como ellos. Por eso me desayuno cada vez que veo a estos especímenes. Hasta hace poco, en el tope de la lista de infectos estaban los que van a fumar al lado de los juegos infantiles de las plazas, pero hoy encontré un nuevo acreedor al premio: en las plantas espinosas (agave amarillo) de afuera de mi casa alguien con una conciencia retorcida echa; en bolsa plástica y todo, las cacas de su perro. No sé cómo escoge el lugar de más difícil acceso, donde es imposible sacar sin pincharse, pero ahí las deja. Mierda de perro, mierda de gente.

viernes, 19 de abril de 2019

Ilusión mágica

Se sintió perdida, aunque el camino, lleno de hojas de otoño, estaba bien amarillo. Anduvo un poco tratando de pedir alguna orientación y las respuestas fueron empujones. Se dió cuenta que al final la magia era robar la atención a través de zumbidos, luces, estridencias y escándalos. Así daban vueltas como los perritos a cuerda, que al chocar con un obstáculo, cambian levemente la dirección y siguen. El mago lo había entendido bien y ahora sólo circulan espantapájaros tropezándose en las veredas, con las cabezas gachas iluminadas por un reflejo rectangular que reemplaza al cerebro prometido.