martes, 5 de noviembre de 2019

Demandas

Dignidad, humanidad, respeto.
Solidaridad, justicia, amor.
Sueños, trabajo, alegría.
Familia nuclear y extendida. Sociedad colaborativa.
Prójimo.
Nosotros.
Todos.
Juntos.

miércoles, 30 de octubre de 2019

En tu nombre

Subo y bajo cerros empedrados donde todavía resuenan versos de magníficos poetas. 
Lisboetas.
Pruebo delicados dulces de convento y me siento más cerca de tu cielo.
El humo de las castañas asadas se parece tanto, tanto al color de tu pelo.
Las baldolsas con estrellas y flores, las camino contigo. De la plaza al obelisco, la estación, el puente, hasta el castillo.
Me pareció verte subir al tranvía 28, con el sombrero de Pessoa. Amalia, eterna, nos canta y hoy pasamos por la casa de Saramago. Subimos y bajamos calles empedradas de versos magníficos, al son de campanas verdes.  Ya sabes, las que han gastado los poetas.

domingo, 13 de octubre de 2019

Discurso Disney

Una frase de mercadeo que puede resumir idiosincrasia. Al final de la declaración de principios cantada de Elsa, película Frozen. En español: “El frío es parte también de mí"; en inglés: “El frío no me molesta, de todos modos”; en francés: “El frío es para mí, el precio de la libertad”.
Ese “al cabo que ni me importa" del inglés es como se supone pensaron a la reina: fría y sola, haciéndose la fuerte demostrando indiferencia. En las traducciones se entiende como alguien que reflexiona. La que más me gusta es la del francés, porque reconoce que la libertad necesita trabajo y conciencia, aunque reconocer la propia “oscuridad" del español está súper bien, también. ¿Le estoy poniendo mucho color? Me pasa seguido esto de interpretar discursos, reales o ficticios.

sábado, 12 de octubre de 2019

Siútico

He escuchado y leído a muchas personas de diferentes edades que confunden a cada rato hablar, escribir o expresarse seria y correctamente con la siutiquería. No entiendo nada porque creo que todos podemos ser serios y hablar o escribir bien sin caer en esas falsas formas de finura. A mí me produce el efecto contrario, me imagino a los estafadores telefónicos tratando de convencerte.

martes, 8 de octubre de 2019

Abrazo atemporal

Ayer tuve un dolor de guata muy desagradable, estaba cansada y tiritona, pero dormí unos ratos. Volví a soñar con mi papá; pude abrazarlo y contarle lo mucho que lo hemos echado de menos. Le pedí que nos viniera a ver más. Estaba solucionando algo en el computador, concentrado. Usando su chaleco naranja. Desperté contenta.

martes, 1 de octubre de 2019

Canela

Olor a postre, a vaina, a galletas, a helado refrescante. A caramelo que pica. Ese chicle rojo tan escaso hoy en día.
Le pongo canela a todo: al té, al chocolate, a los guisos.
Me gusta cómo se junta tan bien con la vainilla y cómo, con una pizca, pone estrellas de recuerdo en cada cosa que espolvorea.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Lavanda

Ya aparecieron las flores, para dejar una huella fragante que remueve la memoria. Dicen que su perfume calma, que ayuda a equilibrar. A mí me ayuda a recordar, porque huele a día tibio, a correr entre plantas, a viaje, en donde todo es nuevo pero al sentir ese aroma, de inmediato se siente familiaridad y cercanía. Cuando tenga un grupo de música, o uno que planee fechorías inofensivas, seremos la Banda Lavanda.

Pedidos del más acá para después

Cuando me muera, pónganme una ropa que nadie quiera, para que se repartan la que sí quieren. Pónganme el pañuelo azul que me regaló mi papá. Los zapatos no son necesarios; mejor los usan. Usen las colonias, los aros, las flores para el pelo. Canten, lo que quieran, pero canten. Si quieren, lean algo de las cosas que he escrito. Después crémenme y al final me entierran cerca de un granado. Me pueden conversar, buscaré alguna forma de responderles: un poco de viento que mueve las hojas, un pajarito que pase, ahí aprenderé.

sábado, 21 de septiembre de 2019

Cocinar

Estoy preparando algunas cosas nuevas, encontré recetas que me tentaron, así que fui buscando los ingredientes, revisé tutoriales, busqué varias recetas de los mismo hasta que encontré una que me hizo clic. Mañana vienen a verme, así que voy a hacer un picoteo-once, con cerros de hummus, cosas crocantes y un par de tortas. Sí, dos tortas: una por cada 21 años que he vivido. Me tejí un chalcito calipso de auto regalo.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Cansancio

La forma más fácil de darse cuenta de si estoy cansada es que me enojo. No ando más lenta, no me tropiezo, no cabeceo; me enojo. También me pasa cuando tengo hambre. Y si estoy cansada y con hambre, soy un poquitín insoportable.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Sentido

Leí una columna sobre la pérdida y cómo cotidianamente estamos perdiendo cosas: llaves, billeteras, teléfonos, calcetines, gente querida. Partía contando, como anécdota, la forma en que se cambió de ciudad y estuvo perdiendo hasta una camioneta por olvido. De una manera preciosa, relató la muerte de su padre y ese vacío que deja perder a alguien tan cercano, reflexionando sobre el sentido de sentir, citando a Patti Smith y a Walt Whitman. Perder, encontrar, encontrarse. Preciosa columna http://www.newyorker.com/magazine/2017/02/13/when-things-go-missing

domingo, 8 de septiembre de 2019

Supervillana

De vez en cuando empatizo con los antagonistas, porque siento esa rabia que, según los guionistas, los impulsa a ponerse malos. Esas veces que veo a alguien haciendo "lo que yo debiera, lo que hago mejor, lo que me había ganado". Todos escenarios supuestos, porque a fin de cuentas, si yo era mejor, si me correspondía; estaría efectivamente ahí. Tal vez es cierto que sin los apitutados, o si te hubieran llamado para preguntar, o si te hubieran ofrecido proyecto, si el concurso hubiera existido de verdad, si hubieran hecho lo que dijeron o si mil escenarios, las cosas serían diferentes. Pero no hay cómo saberlo y es puro orgullo. Orgullo herido lleva a pensar cosas malas. Rabia y pena, combinación nefasta. Mi nombre de villana sería voz venenosa y mi poder maligno; hipnotizar al contrincante, hacerlo confesar sus malas acciones y convertir en ácido sus palabras.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Suben y bajan

Como cuando se baraja y se revuelve para empezar un juego nuevo, siento que estoy siempre reordenando. Prioridades, acciones, tiempo, cosas. Decidir, revisar, ordenar, hacer, volver a ver y seguir barajando (me gusta ese verbo). Si me preguntan lo mismo en distintos momentos, la respuesta va a ser cada vez diferente, con un matiz, una sombra o un borrón. Así y todo, entre tanto cambio siendo la misma niña, con alguna experiencia y mucha memoria.

martes, 27 de agosto de 2019

Me intriga

Todavía no entiendo a esas personas que conociéndote, en un contexto común, sin que les hayas hecho/dicho nada desagradable, deliberadamente miran para otra parte o te dejan con el saludo dando bote. No me ofende, sí me intriga. ¿Se desperfilan si saludan a la gallá?
No es cosa de tener un mal día o ser poco fisonomistas; me refiero a personas que ves y te ven todos los días. Yo encuentro mínimo un “buenos días" o un neutro “hola". Me he propuesto saludar, mirar de frente y sonreír a todas las personas que veo repetidamente (barrio, trabajo, rutas comunes). No sé quiénes son, dónde van o qué hacen, pero si los veo con alguna frecuencia, vaya el saludo. Aunque me dejen sin respuesta, dando ellos un vistazo al horizonte o refugiando la mirada en un celular apagado.

lunes, 26 de agosto de 2019

Nuevo más que incómodo

Para crecer y aprender recomiendan salir de la zona de confort. Pensando en los planes que hace/hizo uno y en el “qué hubiera pasado", creo que una de las cosas en la vida que más te lleva a nuevos rumbos es tener hijos. Más allá del cliché, es cambiar de vida, cambiar mirada, prioridades, planes y metas con la única certeza de llevar el corazón por delante. Dejando de calcular beneficios, entregarse. Es divertido cómo de chicos creemos que los adultos tienen todo resuelto, que por ser más grande se va tranquilo por la vida, como navegando por un mar en calma, sabiendo todo sobre todo, con juicio y templanza. Debe ser que siendo chicos estamos enfocados sólo en nosotros y no nos damos cuenta de los detalles que nos harían entender mejor a los otros (en este caso los padres). No nos damos cuenta de todo lo que implica, hasta que nos toca. Haciendo memoria, por Dios qué cantidad de cosas buenas hicieron por mí y no me dí ni cuenta. Sin factura, sin pendientes, sin condiciones. Recibí y recibo amor y más amor. Espero yo también dar el ancho.
Un abrazo a los padres y madres, uno especial a los míos.

domingo, 25 de agosto de 2019

Psicología y burbujas

Sabiendo que todo comunica y que los detalles son importantes, pienso en qué señal da sobre mí lo que hago cotidianamente: relleno con Quix el envase de Tremex. ¿Será el triunfo de lo interno por sobre las apariencias?, ¿será que soy coñete (avara, muy ahorrativa) por escencia?
Amigos del área de salud mental, ilumínenme.

miércoles, 17 de julio de 2019

Inofensivo

No fue un cambio sutil. Desde que te fuiste lo que antes era cotidiano e inofensivo, reveló su poder escondido. Quién imaginaría cuánto dolor y daño me hacen ahora tus pantuflas olvidadas en el baño. Un utensilio, un papel, cosas al azar dejadas. Ahora me rodean, las veo, las siento. Golpean el halo de tu ausencia. Machacan la pérdida. Evidencian esa sensación de falta, de vacío, de línea blanca que demarca donde quedaste. Pistas forenses que sólo refuerzan que estuviste y ya no estás. Nunca antes una taza había provocado tanto. Nunca antes disparaban con tanta fuerza los objetos. Ese par de zapatos nunca había resonado tanto. La ropa sucia del canasto nunca me hizo antes pensar más que en detergente. Ahora me cita coplas que yacían dormidas en la memoria escolar, me evoca apuntes de libros centenarios, que ya nadie más en el mundo recita de memoria. Cotidiano. Tomaron un peso. Antes desapercibido, ahora un almud de piedras. Memoria,memoria. Cada pelusa, un memorial. 
Sé que no eres tú, que soy yo interpretando. Es que de repente todo es ofrenda mortuoria. Todos son tesoros de tu paso por la tierra. Reliquias. Se bañaron de recuerdos y quedaron con una capa dura que voy puliendo. Más pulido, más brillo… y más se notan. No logro desprenderme ya de este montón de chucherías. Es que en algún momento las tocaste. Y ya no estás. Y si las toco es como estar en contacto de nuevo con tus manos. Tus manos libres, alegres, despiertas, sin sondas, sin vendas, sin una caja forrada con esa ventana donde te dijimos adiós. Cosas de tu vida de vivo. Cosas de tu vida tranquila, de risas, de ratos agradables. Me da pena sentarme en tu silla. Me da pena ver tus fotos, porque veo tus dientes apretados, tu cara que de repente se puso fría. Chocan esas dos imágenes. Escucho en mi cabeza tu risa y tu voz. También el pitido de las máquinas cuando todo quedó plano. Y el silencio frío del momento que palideciste. Y la máquina que siguió inflando y desinflando, pero que se notaba que ya no, que no era más como antes. Y me enojo. Me enojo por todo y a cada rato.Y tengo pena. Y el tiempo no me alcanza para llorar. Ningún tiempo va a ser suficiente para llorarte.

lunes, 1 de julio de 2019

Independencia en vasito y con filtro

Como los escolares que se sienten grandes tomándose un café de servicentro. Eso es lo que pasa con las cadenas de café saborizado. No importa si no es tan rico, lo que se compra es la experiencia de sentirse grandes, independientes, con plata para comprar algo “diferente". Darse un gusto más allá del gusto. A otros les funciona con zapatos, carteras, zapatillas, hasta autos. El problema es que para algunos no vale si no se muestra, así que comerse cucharadas del frasco de dulce de castañas no califica, porque se usa hacer públicos los placeres privados.

miércoles, 5 de junio de 2019

Comerse la tristeza

Es sorprendente cómo el cuerpo reacciona y se desenvuelve con la pena. En marzo, cuando se murió mi papá, estuve llena de moretones. Después tuve pequeñas infecciones en la piel en diferentes partes del cuerpo y pese a que no he comido exageradamente, he engordado mucho. Me cuesta más ver con poca luz, a veces me duele la cabeza de un momento a otro, o los oídos, pero no he estado resfriada. Ya luego me voy a hacer el chequeo anual de salud, pero no creo que haya mucha diferencia con el del año pasado, sólo que ahora soy territorio de oleadas intermitentes de tristeza.

El gordo

Varias veces en la vida he pensado, imaginado, soñado, qué haría si un día me gano un premio millonario. Aparte de lo obvio, como un ahorro e inversión hay una lista de cosas que haría, la resumo en 10 puntos:
1- Enchular la casa: segundo piso que sea un gran ambiente sin paredes, una gran biblioteca, rincones de juego y un baño con tina bacán y techo transparente. Sus buenos paneles solares, sistema de recolección de aguas grises, huerta, terraza y jardín que yo diseñe.
2- Un departamento para cada hijo.
3- Una pensión decente para mi mamá. La jubilación de profe y el montepío no son mucho.
4- Un auto eléctrico.
5- Ayuda doméstica. Oh sí, sería muy bueno y me daría tiempo para los siguientes puntos.
6- Educación: cursos y diplomados, desde locución a poesía y comunicación estratégica. También clases de danza, canto, gimnasia, natación. Incluyendo retoños.
7- Conciertos. Muchos, todos a los que tenga ganas de ir.
8- Viajes. De diferentes duraciones y distancias. Iría a visitar a gente querida, iría a conocer mis lugares de sueño, vacaciones, escapadas.
9- Apoyar causas en las que creo. Con más que difusión y “likes”.
10- Un emprendimiento que me guste y dé pega a otros, aunque no obtenga ganancias.

Ustedes, ¿Tienen lista su lista?

martes, 4 de junio de 2019

Nube de duda, duda de nube

En la mañana íbamos mirando y conversando con las pequeñas. Por un rato la cordillera estaba enmarcada por nubes coloradas y hablamos de ellas, del viento, del agua, el sol, el color. Salió la duda de que si se llamaban arreboles los del atardecer y los del amanecer o dependía de la hora cómo se les dice. Quedamos de ir a la biblioteca a buscar un libro sobre las nubes. Me ahorré decirle que con un clic y un tecleo podríamos saber igual, porque prefiero mil veces que vayamos a bucear entre hojas impresas, que busquemos estantes, números, páginas.

martes, 7 de mayo de 2019

Campaña Facebook

Inventé unos afiches que me causan gracia. Los iré publicando en mi perfil de Facebook, con la dirección del blog como referencia. Es para reírnos un rato, pensar algún tema específico o para opinar sobre algo. Bienvenidos los que lleguen.


Sueños lindos

Me encuentro con gente querida que partió del mundo, conversamos de cosas que nos pasan. El otro día fue que a mi papá le estaba creciendo un olivo en la cabeza, hoy hablamos de nuevo, él manejaba un auto chico rojo y me venía a preguntar por una duda que tenía. Dijo que se siente bien y está bien. También así voy conversando con mi abuela, mi cuñado. Casi siempre me dicen cosas graciosas. Despierto contenta con estos sueños lindos.

jueves, 2 de mayo de 2019

Qué nos hizo

Si para destacar necesitamos opacar al resto, nuestro brillo no es de verdad. Denigrar, insultar, rebajar, humillar, ridiculizar, despreciar y todas esas palabras feas que riman con deshumanizar. Si necesito hundir a otros para sentirme superior, ese ascenso es falso.  Creerse mejor, barrer el piso con los otros, ¿es que da rabia y me desquito con el que representa lo que no quiero ser, para diferenciarame, que no me vayan a ver como yo veo a ese otro?
Esa manía de intentar pertenecer a los privilegiados, hablar como, parecer. Aparentar para creerse el cuento, para quererse un poco.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Trabajadores

Un homenaje a quienes hacen que el mundo gire: a las manos que, sin descanso, transforman; a los corazones que, sin cansancio, aman; a las mentes que, sin miedo, crean. A quienes sueñan y construyen, haciendo bien y haciendo el bien. A los silenciosos artesanos que van empedrado el camino de la eternidad.
¡Un abrazo, trabajadores!

martes, 30 de abril de 2019

Late

Con los años me he dado cuenta de varias cosas, pero una que me intriga es lo sensible que me he puesto. Me emociono con cosas que antes pasaban desapercibidas, me salta el corazón con cosas diarias, sencillas. Como que me sintonicé en otra frecuencia, una más intensa. Es raro, el ritmo ha enlentecido, pero como que todo está más concentrado. Y no, no es menopausia, ni embarazo, ni hormonas.  Son puros años que se juntaron para hacer su efecto.

jueves, 25 de abril de 2019

Jardinear

Mi casa de infancia estaba llena de plantas, rosales, enredaderas, naranjos, parras. Yo siempre como que le tuve susto a poner plantas y que no crecieran. En el departamento de Valparaíso teníamos apenas dos plantitas, una se murió y la otra la heredó la C. En Lolol hubo más y fue nuestro primer intento con el ciboulette. En la Francia no tuvimos ni una. Ahora que llevamos varios años en Santiago, echando raíces, de a poquito vamos atreviéndonos con las plantas. Ciboulette creciendo vigoroso, algunos cactus que van bien, un romero que va prendiendo, laurel firme, naranjo con fuerza (segundo año que voy a hacer mermelada), damasco chiquitito, pero nos regala como 20 frutas anuales. Pienso plantar unas semillas de pimentón que tengo guardadas y el otro año, zapallos de los que nos convidaron de su huerta los compadres. Las monas chicas aprendiendo también a hacer hoyos con la palita, a regar con cuidado las flores y a disfrutar lo rico que nos da la tierra.

sábado, 20 de abril de 2019

Almas oscuras

De vez en cuando me los topo, y cada vez me sorprenden. Es que mis padres son (mi papá, desde lo invisible, sigue siendo) buena gente, así que crecí creyendo que las personas son buenas, decentes, generosas, trabajadoras y humanas, como ellos. Por eso me desayuno cada vez que veo a estos especímenes. Hasta hace poco, en el tope de la lista de infectos estaban los que van a fumar al lado de los juegos infantiles de las plazas, pero hoy encontré un nuevo acreedor al premio: en las plantas espinosas (agave amarillo) de afuera de mi casa alguien con una conciencia retorcida echa; en bolsa plástica y todo, las cacas de su perro. No sé cómo escoge el lugar de más difícil acceso, donde es imposible sacar sin pincharse, pero ahí las deja. Mierda de perro, mierda de gente.

viernes, 19 de abril de 2019

Ilusión mágica

Se sintió perdida, aunque el camino, lleno de hojas de otoño, estaba bien amarillo. Anduvo un poco tratando de pedir alguna orientación y las respuestas fueron empujones. Se dió cuenta que al final la magia era robar la atención a través de zumbidos, luces, estridencias y escándalos. Así daban vueltas como los perritos a cuerda, que al chocar con un obstáculo, cambian levemente la dirección y siguen. El mago lo había entendido bien y ahora sólo circulan espantapájaros tropezándose en las veredas, con las cabezas gachas iluminadas por un reflejo rectangular que reemplaza al cerebro prometido.