Si para destacar necesitamos opacar al resto, nuestro brillo no es de verdad. Denigrar, insultar, rebajar, humillar, ridiculizar, despreciar y todas esas palabras feas que riman con deshumanizar. Si necesito hundir a otros para sentirme superior, ese ascenso es falso. Creerse mejor, barrer el piso con los otros, ¿es que da rabia y me desquito con el que representa lo que no quiero ser, para diferenciarame, que no me vayan a ver como yo veo a ese otro?
Esa manía de intentar pertenecer a los privilegiados, hablar como, parecer. Aparentar para creerse el cuento, para quererse un poco.
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