Al menos dos veces al día paso por la estación del metro Franklin.
"¿Y qué?", pueden pensar ustedes, pero necesito el contexto para seguir contándoles.
Lo que pasa es que en las escaleras tiene el cartel que indica dónde se llega uno si sale por ahí y en letras grandes dice: "salida a Placer".
Qué de cosas encontrará la gente al subir esos peldaños... algunos se toparán de frente con un (o una) joven enérgico bien dispuesto y de buen ánimo al disfrute, otros con un bombón delicado de chocolate fino, un buen libro, un chiste bien gracioso, otros tendrán la última palabra en una discusión, otros se acordarán de la palabra que les faltaba en el crucigrama, otro se encontrará con el amigo que no veía hace tiempo, otro recibirá la noticia que estaba esperando hace meses, otro descubrirá que la dieta le funcionó y le caben sus pantalones favoritos, un diabético se comerá escondido un paquete de galletas, alguien escuchará (con un poco de culpa) los grandes éxitos de Daniela Romo.
Si tienen tiempo dénse una vuelta por ahí y me cuentan con qué (o con quién) se encontraron...
"¿Y qué?", pueden pensar ustedes, pero necesito el contexto para seguir contándoles.
Lo que pasa es que en las escaleras tiene el cartel que indica dónde se llega uno si sale por ahí y en letras grandes dice: "salida a Placer".
Qué de cosas encontrará la gente al subir esos peldaños... algunos se toparán de frente con un (o una) joven enérgico bien dispuesto y de buen ánimo al disfrute, otros con un bombón delicado de chocolate fino, un buen libro, un chiste bien gracioso, otros tendrán la última palabra en una discusión, otros se acordarán de la palabra que les faltaba en el crucigrama, otro se encontrará con el amigo que no veía hace tiempo, otro recibirá la noticia que estaba esperando hace meses, otro descubrirá que la dieta le funcionó y le caben sus pantalones favoritos, un diabético se comerá escondido un paquete de galletas, alguien escuchará (con un poco de culpa) los grandes éxitos de Daniela Romo.
Si tienen tiempo dénse una vuelta por ahí y me cuentan con qué (o con quién) se encontraron...
6 comentarios:
O se encuentran con cosas como esto, un placer leerte!
no, yo creo que es una reflexoon bastante interesante. al fin y al cabo, en santiago se puede encontrar de todo.
chabela
jajaja xD buenísimo! jajaja
Hay cosas bien raras en el metro, como estaciones perdidas :O algo he sabido por amigos que trabajan o trabajaron allí, aunque la mezcla de las indicaciones con los nombres de calles, realmente a veces pueden ser un poco incómodas xD
Saludos!!!
yo me encontré con un carro de sopaipillas
ooo, no he pasado por ahi, pero seguro me encontraría con una cama calentita... acompañada de un buen libro y una copa de vino
...y si nos ponemos exquistos... chocolate y unos puchos... jejjej...
¡Puras cosas buenas!
Publicar un comentario