Es que hace recordar todos los veranos de la infancia, que se puede andar a pata pelá por la arena y que los días son un poco nublados, así que las fotos quedan con buena iluminación. No importa que no haya tele, que no haya Internet o que el almuerzo se demore. Además, las olas acompañan.
Vamos unos días a Las Cruces. A ver si nos topamos con Nicanor.
3 comentarios:
si... terrible buenas las playas, las gueas estan llenas de meduzas!!!
toy cagao de caloooor!!!
Qué ganas de andar a pata pelá en la playa, hoy por hoy ando echa una envidiosa con el ser humano vacacional. Cuenta luego si viste a Nicanor.
extraño esooo
odio trabajar peor sin vacas ¬¬
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