Nuevas personas se han incorporado a familias que quiero mucho, cada una de estas personas con sus singularidades pero todas con algo en común: el milagro.
La vida es un milagro, ¡maravillémonos!
Volvamos a mirar hacia lo alto, a dar gracias con el corazón por ser capaces de presenciar, de ver y sentir ese amor que acaricia nuestras vidas.
Agradecida también de compartir esa felicidad, aunque sea a la distancia.
3 comentarios:
me re-gusta!... sin duda el milagro está aquí. Cariños muchos... a la distancia
abrazos, doña Yop
Los milagros se suceden a diario..., nos da para maravillarnos..., tantas bendiciones que se nos conceden y se nos multiplican....
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