martes, 22 de agosto de 2023

Aguas

 Soñé de nuevo con mi casa de infancia. Despertaba y salía al corredor a ver la lluvia. Me acercaba y era limpia y tibia. Decidí bañarme en la lluvia. Otras personas se iban a duchar y yo decidí quedarme bajo la lluvia para limpiarme. Miraba los rincones y encontraba una ropa perdida de mis hijas, en muy buen estado, con sus colores nuevos, pero arrugada. Me quejaba de que la hubieran dejado ahí y la recogía para lavarla y guardarla. 

Se formaba una poza grande de agua al lado de árboles nativos (reconocía un quillay) que habían crecido muy lindos, excepcionalmente lindos y además naturalmente, salvajes. Mis hijas jugaban se bañaban en el agua, tranquila y muy cristalina. Yo me animaba a entrar y era súper agradable. Nos quedábamos mucho rato ahí y llegaba un grupo personas a un almuerzo, como un evento, pero podíamos seguir bañándonos. Los veíamos pero no nos molestaban. Tampoco a ellos les extrañaba que estuviéramos ahí. Eramos parte del lugar. El jardín estaba muy lindo, cielo colorido, plantas muy bonitas. Senderos sin terminar pero hablábamos de lo que podía ir ahí, un jardín, piedrecitas, colores. Había partes bajo techo y algunos muros muy bien conservados. Ya no estaban las rejas que había antes. Se las llevaron a otro lugar hace tiempo. Todo pasaba en exterior. Se notaba hasta dónde llegaba el patio y era muy armónico con las otras casas. Desde las otras casas no nos veían, teníamos privacidad. Convivencia tranquila. Cielo despejado, abierto, se veía hasta lejos.

Me fijaba y encontraba un muro con revestimiento de madera. Tenía unos agujeros muy prolijos. Empezaba a abrir y sacaba paneles, aparecían muchos cajones de diferentes tamaños para guardar cosas. Con mi mamá empezamos a revisarlos. Encontramos un estuche con toallitas. No sabíamos de quién había sido ni porqué estaba ahí. Después unos maquillajes. Comentamos que nos servirían y los guardamos. Había una araña que se me subía, yo me quedaba tranquila y pedía ayuda. Mi mamá me la sacaba. La aplastábamos. Seguía moviéndose, se daba vueltas y era una abeja. Se le subía al brazo a mi hija menor.  Yo trataba de sacarla para que no le pique, le decía que se la sacara, que la espantara, yo tenía un poco de susto. Pedía ayuda. La abeja le iba a picar. Yo sabía lo que tenía que hacer después para aliviarla, pero quería evitar que le pique. Toda la gente se asustaba un poco.

No hay comentarios: