Estuve de cumpleaños y me regalaron muchas cosas lindas. Recibí mucho cariño e hice cosas nuevas. Han sido días entretenidos y lindos.
Me gusta mucho recibir regalos y sorpresas.
Los premios también me dan una emoción súper agradable.
No escribo cosas novedosas, sí humanas.
Me ha costado mucho entender que cuando pasen los años no van a recordar que no fui quien ell@s querían, a veces ni siquiera quien yo quisiera haber sido. Era quien era, apenas. "Lo que había". Y era suficiente. Y estaba bien.
No van a recordar la mamá desarreglada, la mamá "sin trabajo", la mamá ansiosa, la mamá que lloraba, la mamá enojada más de lo que le hubiera gustado, la mamá que no era capaz de tener la casa ordenada, la mamá con ropa vieja, la mamá sin onda, la mamá que no las inscribía en nada que fuera pagado, la mamá que no podía comprarles cosas.
Van a recordar que iba al colegio de ida y vuelta. Van a recordar que cada vez que lo necesitaron, estuve. Que les hablé mucho, que les expliqué, que siempre quise que fueran buenas personas, con voz y sin miedo. Que traté de jugar, contar, bailar y cantar con ell@s.
Y que esa fue nuestra vida
Y que estuvo bien
Y que fue linda porque había amor.
Mentiras del porte de catedrales.
Que se caen a pedazos.
Y nos pegan en la cabeza.
La sangre no se va de sus manos, aunque las bañen de oro.
En el viento gritan las almas. Desgarran.
En las gotas de lluvia, nuestras lágrimas.
No pretendan esconder más. La verdad brota, florece y perfuma.
El campo está bordado de flores que no marchitan.
Estuve tejiendo la orilla de un cubrecamas. Hoy hizo frío. Dejé las cosas para seguir en mi cama. Fui a acostar a las niñas. Volví y las cosas en la penumbra hacían parecer que había alguien, que yo estaba acostada. No sé si durmiendo o no viva.
Me estoy tomando mis remedios.
Sinvergüenzas. Dicen patria pensando sólo en las fronteras de sus bolsillos.
Dan vergüenza
Dan pena
Dan rabia
