Nada como una acusación con suspensión para llevar la popularidad de Yasna Provoste hasta el cielo, estos días hemos tenido a cada momento titulares, crónicas y notas acerca de lo que ha hecho y dejado de hacer, tantas portadas que la Bolocco se muere de envidia (creo yo). Creo que los kiosqueros y señores que venden puzzles y sopas de letras a la salida de los hospitales pronto van a descubrir la papa con el libro ¿Dónde está Yasna?, versiones En el Ministerio/En el monasterio.
1 comentario:
La vida de caricatura
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