jueves, 20 de marzo de 2008
Fíjate, fíjate, fíjate
Trato de contenerme, pero soy una fijona. Miro las molduras de los edificios, los angelitos y las gárgolas, los carteles, los rayados, las personas y las micros. Los letreros de tocatas, los diarios murales, los titulares en los kioscos y ojeo solapadamente el diario del vecino de asiento. Miro los adornos en la ventanita del conductor, los nombres de sus máquinas, autoadhesivos de Jesús y del niño que mea. Las mochilas, las poleras y los pelos.
Lo más divertido de todo es que no me gusta que me miren.
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1 comentario:
ojo piojo puede sonar
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