Ese "Federico, ¿te acuerdas?" me llevó a revolver la biblioteca familiar para buscarlo. Así me encontré con la luna, luna, con el verde, verde, con la pena negra que hace llorar jugo de limón y con el viento que ciñe a la niña por la cintura, con Antoñito y Santa Olalla. Ay, Federico, que sentía, sentía.
Uno de los homenajes más lindos, escritos por el poeta rancagüino
2 comentarios:
Es un excelente él :D
Saludos!
Fran
Sí que sí
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