
Parece contradicción, pero es así, cuando tiene que ver conmigo me es difícil eso de la pregunta incisiva, del atreverse patudamente a ir a alguna parte. Cuando me pongo mi disfraz de periodista (que no es el gorrito que dice "Prensa", sino que es como encarnar un personaje) sí puedo. Me imaginé dando vueltas como la Mujer Maravilla y apareciendo con la grabadora en la mano, jaja.
En nuestra tranquila pero breve estadía en el litoral central varias veces pasamos por fuera de la casa de Nicanor Parra. Pasamos en auto, pasamos a pie, despacito mirando si el antipoeta andaba por ahí. Pero nada, ni un pelo le vimos. No me atreví a golpear la puerta. Nada que hacer, cuando no estoy con el switch periodístico encendido no soy curiosa ni preguntona, ni asertiva ni contrapreguntona. Cuando no soy Memoriona puedo ser fome también. Es raro esto del multirol.