viernes, 24 de septiembre de 2010

Don Neruda

Debe ser el primer poeta que leí. Todo por esa antología que rondaba en la casa. 

Primero las odas, después Salitre. De a poco me fue gustando

El 23 fue otro aniversario de su partida y hoy veo en las noticias que Plácido Domingo lo representa en una versión de Ardiente Paciencia. 
Será bueno, entonces, recordar alguno de sus versos 
DE endurecer la tierra
se encargaron las piedras:
pronto
tuvieron alas:
las piedras
que volaron:
las que sobrevivieron
subieron
el relámpago,
dieron un grito en la noche,
un signo de agua,
una espada violeta,
un meteoro.


El cielo
suculento
no sólo tuvo nubes,
no sólo espacio con olor a oxigeno,
sino una piedra terrestre
aquí y allá, brillando,
convertida en paloma,
convertida en campana,
en magnitud, en viento
penetrante:
en fosfórica flecha, en sal del cielo.


domingo, 12 de septiembre de 2010

Horizonte

Qué rica esa sensación de empezar un camino, vislumbrar oportunidades, prepararse para cosas nuevas. 

De repente tener conciencia de que la vida se mueve y nos ofrece algo nuevo, una oportunidad de empezar, de inventar, de creer y de crecer. 

Me gusta imaginar posibilidades y prepararme para lo que vendrá. 

Darme cuenta de todas las personas que se mueven a mi alrededor, que se dieron un tiempo para preguntarme cómo estoy y me ofrecieron su apoyo con un rayo de luz directo desde arriba, me hace sentir agradecida. 

Datos, números y coordenadas que mis compañeros exploradores (de la vida) me dieron para que dibuje un nuevo mapa. Amigos que me regalaron la brújula, la cantimplora y los calcetines, me aconsejaron cómo ordenar la mochila y me animaron a seguir...

¡Mil gracias!. Les iré contando cómo va la nueva expedición.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Más tiempo

http://empleo.universiablogs.net/files/cesante.jpg 
Desde el miércoles tengo más tiempo. Más tiempo y menos plata, así que voy a tener que ingeniármelas para seguir haciendo cosas. 

Ya no más galletitas a media mañana, pero al fin y al cabo eso es bueno para adelgazar.

Menos metro y más caminar.
No más helados, ni más cuchuflíes en bolsas familiares.
No más invitadas a los chinos de la esquina ni a los lomitos de cerca del colegio.
Adiós a las visitas a la tostaduría a comprar maní, coco y castañas.
El desempleo como método adelgazante. El universo quiere que me quepa el traje de baño.