viernes, 25 de septiembre de 2009

Propuesta diaria

Me propuse hacer más grata mi vida y la de los que me rodean.
Para eso cada mañana me repetiré: "este día va a ser bueno".
Para eso voy a dedicar un tiempo a hacer algo que de verdad me guste, sólo para mi, sin espectadores; como cantar un rato (aunque sea en la micro, bien despacito), bailar un poco (aunque sea en la calle, total, unos pasitos entre la caminata pasan inadvertidos a los demás), escribir algunas líneas (aunque sea en una servilleta), leer un chiste o hacer alguna ridiculez (como contestarle el ladrido a un perro).
¿Cómo mejora esto al mundo?
Una persona estresada menos por la calle, una persona más contenta, menos rezongos en el planeta... toda una cadena de sucesos que provocan cosas buenas.



miércoles, 23 de septiembre de 2009

Más sabia

Otro año que gané. Hice hartas cosas. Planifico buenas para el número en curso (que viene siendo 32).
Me sigo regalando alegrías.





lunes, 21 de septiembre de 2009

Paz mundial

Más que discurso de miss, la paz mundial nos atañe a todos. Pero hay que ir de a poco. Empezar por el entorno más próximo y así ir ampliando el círculo. Lo bueno de eso es que lo que hacemos se suma con lo que otros hacen en la calle del lado, en Bután y todo lo que hay entremedio.
La paz es activa. No es quedarse impávido mientras pasa la vida.
Vivir en paz tiene que ver con solucionar conflictos.
Tiene que ver con hacer cosas con otros. Reconocer a los otros, validarlos como personas, escucharlos y trabajar juntos.
Nada de fácil, pero hay que empezar.
¡PAZ!


lunes, 14 de septiembre de 2009

Mi campaña


"Una noticia mal escrita no se lee completa"

Porque uno se queda con la palabrita que distrae y se pierde el hilo.
Porque parece poco seria
Porque pierde credibilidad
Porque a veces dice disparates
Porque es poco rigurosa en su construcción

Un tirón de orejas al Observador, que parece que andaba distraído y no vio bien.

Por eso ¡Yo digo NO a las palabras mal escritas!
("Amnea" no existe, es "apnea")

Disculpen mi fanatismo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Reflexión ridícula


Al menos dos veces al día paso por la estación del metro Franklin.
"¿Y qué?", pueden pensar ustedes, pero necesito el contexto para seguir contándoles.

Lo que pasa es que en las escaleras tiene el cartel que indica dónde se llega uno si sale por ahí y en letras grandes dice: "salida a Placer".
Qué de cosas encontrará la gente al subir esos peldaños... algunos se toparán de frente con un (o una) joven enérgico bien dispuesto y de buen ánimo al disfrute, otros con un bombón delicado de chocolate fino, un buen libro, un chiste bien gracioso, otros tendrán la última palabra en una discusión, otros se acordarán de la palabra que les faltaba en el crucigrama, otro se encontrará con el amigo que no veía hace tiempo, otro recibirá la noticia que estaba esperando hace meses, otro descubrirá que la dieta le funcionó y le caben sus pantalones favoritos, un diabético se comerá escondido un paquete de galletas, alguien escuchará (con un poco de culpa) los grandes éxitos de Daniela Romo.
Si tienen tiempo dénse una vuelta por ahí y me cuentan con qué (o con quién) se encontraron...

jueves, 3 de septiembre de 2009

De chiquitolina


Hay dosis de palabras, frases y actitudes que tienen la capacidad de disminuir.


Con efecto inmediato y liberación sostenida.


Por ejemplo, cada "no me interesa", "cállate un poco", "después" (que nunca llega), "¡pero cómo se te ocurre...!", cada "por favor" mal acogido, cada ayuda negada, cada prejuicio que nos condiciona, cada pelambre malintencionado, cada calificación y juicio injusto.
Tienen efectos diferentes dependiendo de quién las entrega, un "conchetu..." callejero no daña tanto como un silencio enojado de alguien que tenemos cerca.
Su efecto produce cambios a largo plazo, a veces reversibles y otras no.
Son tan poderosas que se meten en el ADN y se hacen características genéticas.
Tienen un efecto "viral" que muerde y contagia al afectado y su entorno.

Lamentablemente hay muchos ejemplos. Y los vemos todos los días.

Nos hacen sentir cada vez más chicos, invisibles, "que no valemos la pena", disminuidos, feos, poco inteligentes, fomes.

Cada vez más chicos.