Cuando la C. nos contó, nos costó imaginarlo: un carrito en Playa Ancha vendía choripán (pan con chorizo) y como alternativa económica un llenador pan con papa.
Desde entonces cada vez que nos juntamos, tarde o temprano sale en la conversación. Lo asociamos a canciones (cambiándole la letra a "La cultura de la basura" y citando al gran Leo Maslíah y su inolvidable "subió la papa" de "Ninguna calle")
Desde entonces lo considero un símbolo: La lucha, la superación con ingenio y la generosidad.
Yo creo que uno no se olvida nunca del que compartió contigo un pan con papa. Es como, "tuve hambre y me diste de comer" en su más auténtico sentido.
Debe quedar rico con un poquito de pebre.