
¿Dónde están?, ellas se saludan... y se van.
No pude resistirme a poner la cancioncita.
Mirando en Internet encontré una serie de sitios dedicados a vender cosas hechas a mano y me puse a pensar en cuántas cosas de ese tipo tengo (por las épocas en que me asalta la fiebre artesana, ajaja)
Lo más reciente son los aros y pulseras que estuve haciendo el año pasado, las cajitas y collages que hago intermitentemente, mis bolsos enanos tejidos a crochet. Algunos chalecos heredados o comprados de segunda mano, unas bufandas que hice en alguna época de mi vida lololina. Uno que otro intento de bordado en algunos pantalones o polera. Eso sería. Pucha, me gustaría saber hacer más cosas.
Me acordé de unas muñequitas de lana que le regalé a mis amigas cuando salimos de 4° (cada una con pelo de lana parecido al de su dueña, les puse "las conciencias").
Gente con ese talento que conozco:
La C. y sus billeteras, estuches, aros, tartas y pizzas.
Mi suegra y sus chalecos (como el rojo con azul que le regaló a Estudiosín), sus recordados pijamas y tortas.
Mi comadre V. y sus pinturas.
El Ch. con sus poleras, cuadernos pintados, juegos de mesa y personajes.
Las señoras de Lolol que bordaban fundas de cojines con paisajes de lana.
El caballero Ormazábal con sus cinturones.
Me dieron ganas de tejer.