martes, 9 de agosto de 2011

Enseñanzas de Metro

Gracias a que uso el Metro a diario he aprendido muchas cosas:

Que la mañana es la mejor hora para andar apretujado, por la temperatura, el efecto mágico del baño reciente, el ánimo imperante (onda "vamos a") y la escasez de gente copeteada que te eche el aliento.

Que la sonrisa y el "por favor" mantienen sus efectos maravillosos, aunque disminuye su eficacia en forma inversamente proporcional a la densidad de personas por metro cuadrado.

Que cuando hay movilizaciones, manifestaciones o actos culturales, uno puede experimentar vívidamente lo que sienten los perritos antes de nacer (apretados por todos lados por otros seres similares que se mueven, a veces te pegan y todo está medio húmedo y tibio).

Que en casos de premura, se pasan por alto todas las incomodidades.

Que las ventanas son un invento preciado por su escasez en los aparatos subterráneos.

Que todavía hay gente amable en Santiago y que aunque haya 20 caras agrias que bufan, una sola que sonría y anime es suficiente para llenar un vagón entero de buena onda y hacer del viaje una buena experiencia.

3 comentarios:

..::ChIqUiTiTa::.. dijo...

aca en conce tenemos "biotren" y es raro cuando esta muy lleno (a la hora q yo lo tomo, que asumo no es madrugando propiamente tal) y cuando e subido a el metro en la capital e tenido la suerte de ver siempre puras buenas caras (y alguna otra media rara, pero que nunca dejo que me amilanen)

saludillos!

Memoriona dijo...

¡Has tenido muy buena suerte!

Saludos a Conce y en especial a ti, of course.

Mujercitas dijo...

QUERIDA, TANTO TIEMPO. SÍGUEME EN MI BLOG. ENCONTRARAS BUENAS HISTORIA, ESPERO QUE TE GUSTEN!!
SALUDOS