lunes, 14 de enero de 2008

Pare refrescar los 33 °C


Un paréntesis literario (de mi personal autoría)

El Aromo de la Plaza

Le gustaba ver cómo sonreían y se abrazaban bajo su sombra los días de calor. Pero esa vez discutieron alejándose con ojos llorosos y paso decidido.
Ocho días después ella estaba sola. Él llegó haciéndose el loco, leyendo mil veces el folleto de la peluquería que le pasaron saliendo del metro. Decidió decirle lo mala que era al tratarlo así, abrió la boca y sin aviso, se atragantó con una pequeña flor- pelusa amarilla. Tosió y estornudó, delatándose.
“Salud”, dijo ella.
Entonces, recordando la dulzura de su voz, olvidó el rencor.
Así volvieron a tomarse las manos bajo el aromo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lindo