sábado, 10 de mayo de 2008

La polvareda


No soy una maldita insensible despreocupada por lo que les ha pasado a la gente en Chaitén y Palena. No me había referido al tema porque necesitaba darle una vuelta antes.
Es difícil empezar de nuevo cuando se tenía una rutina y una manera de hacer las cosas, más todavía cuando ese nuevo comienzo tuvo un empujón externo, es decir, no controlado por nosotros.
Es diferente cambiarse de ciudad por trabajo o estudios, algo planificado y que cabe dentro de las expectativas y posibilidades... pero que te estalle un volcán de la noche a la mañana y tengas que irte de tu casa, tal vez para siempre, es muy fuerte. Mucho se habla de que las crisis son oportunidades, pero somos humanos y nos agarramos a nuestras certezas, por pequeñas o pedestres que parezcan.
También es parte de nuestra naturaleza aferrarnos a la vida, por eso estoy segura de que lo que hará que Chaitén siga existiendo es su gente.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuerza a toda la gente!!