jueves, 15 de mayo de 2008

Libros , libros


Desde chica me han gustado. Sueño con una biblioteca enorme, un sillón cómodo, buena luz y mucho tiempo, ¡por los clavos de Cristo!, jajaja, es que estoy leyendo una novela sobre los orígenes de Nueva York y los personajes usan expresiones como esa.
Lo bueno de las novelas históricas es que uno se mete impunemente en la vida privada de grandes personajes, sin la culpa que puede producir el chisme cotidiano... el hecho de que las palabras estén impresas y que se trate de la reconstrucción que muestra la forma de vida de una sociedad antigua da permiso para inmiscuirse. Uy, ni hablar de los enredos moralmente reprobables de la mitología grecorromana, que dejan chicos a varios criminales actuales.

Si lo vemos así, soy una vieja chismosa, pero letrada.




5 comentarios:

Alex dijo...

jajaj, la copuchenta sabia. Me gustaría que los libros fueran más baratos, así no tendríamos que recurrir a otros medios.
Saludos

Memoriona dijo...

Sería una buena medida para fomentar la lectura, y de paso engrosar nuestras bibliotecas

Anónimo dijo...

aveces yo tambien adopto temporalmente el lenguaje del libro q estoy leyendo, o alguna frase q me gusto mucho me la repito en la cabeza y aveces se me escapa sin ningun motivo con otra persona , solo por disfrutar el oirla en voz alta.

me meto en la historia y me caen mal algunos personajes, me identifico con otros; me gustaria tener un partner q estuviera leyendo al mismo tiempo q yo pa ir copuchenteando acerca de lo q ahi pasa.

El unico de novela historica leida q se me viene a la mente ahora es Los borgia de mario puzo... pelamos??

Javi dijo...

lo de letrada te da licencias para husmear sin cargo de conciencia, eso es lo bueno :)

No sueñe tanto y busquese el sillon, con algunos libros piratas tambien se puede hacer una buena biblioteca...

Saluditos Memoriona, y muchisimas gracias por visitarme, yo tb lo hago :) (pero escribes (actualizas) a la velocidad de la luz!, cosa que se agradece tb jejeje)

Memoriona dijo...

Copuchentos del mundo: unámonos, jejeje