sábado, 19 de julio de 2008

Consejos


Puede parecer de Perogrullo (otra expresión agregable a la lista del hablar antiguo) pero muchas veces tomamos un consejo y no nos fijamos quién nos lo está dando, qué intenciones puede tener y en qué se beneficia él (o ella) si uno hace lo aconsejado.
Pasa tanto en la publicidad, en los medios de comunicación en general, como en la vida diaria.
Cuántas veces una "amiga" dice a otra "él no es para tí, no te conviene", todo para tener la oportunidad de salir con él.
Cuántas personas que hablan mal de otras para quedarse con su sitial, cual cortesanos intrigantes.
Cuántos que llevados por intereses mezquinos levantan a un desconocido para meterlo en la vida pública, usando sus influencias (generalmente económicas), las que después vuelven a ocupar para bajarlo de la manera más bochornosa posible.
Cuántos que por obtener algún dividendo opinan que una autoridad es el peor ejemplo de gestión del mundo.
Tampoco faltan los que pelan a otros para aparecer como más capaces o mejores a ojos de sus compañeros.
Es como que almacén Don Manolo vende más barato...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"El profe me tiene mala" para justificar un bajo rendimiento

Anónimo dijo...

puchas, a mi siempre me hacen lesa, creo en la gente, confío en las buenas intenciones, etc... y no aprendo re nunca... pero bueno, esa cercanía y confianza me hace tropezarme muchas veces, pero también me ha dado grandes alegrías y satisfacciones. Como dicen por ahi... "La magia está en creer", cariños

Memoriona dijo...

Sí, a mí también me han hecho lesa por confiar. Yo me refería más bien al tema de los mensajes en los medios de comunicación, onda que ponen titulares tipo "El gobierno es lo peor" y ellos son de oposición (El Mercurio, La Segunda, La Tercera, LUN, etc.) o "La presidenta es perfecta" cuando son de gobierno (La Nación). Es importante lo que dicen, pero hay que fijarse qué intención tienen al decirlo, sobre todo ahora, con elecciones en el horizonte.