jueves, 29 de noviembre de 2007

De color


Me llama la atención lo amplias que pueden ser las palabras y el uso que se es da, por ejemplo, hablar de cosas "de color"
Si se refieren a personas, son negros.
Los huevos, son cafés.
Si hablan de ojos, son claros.
Si es ropa, de colores brillantes (yo la llamo ropa de calle, versus uniforme).
¿Es que las otras cosas no tienen color?
¿Los otros huevos son transparentes?
¿La otra gente es fucsia?
Casualmente hoy hablé de eso con dos personas.
Colorín colorado

El garabatero


Existen de todas las edades, tamaños y colores. Son especímenes fáciles de encontrar. Tienen siempre a flor de labios un rosario que haría sonrojar a un feriante (disculpen por favor los feriantes que no garabateen). Ante el menor estímulo, reaccionan, como si hubieran estado esperando el momento para desahogar su garganta. Ven todo como una provocación, dos segundos de retraso para avanzar en el semáforo y paf!, lanzan las pachotadas. Es tan común para ellos el insulto, lo tienen tan asimilado a sus vidas, que no les importa largarlo frente a cualquiera.
Son peones de una red de violencia que se manifiesta en las actitudes y el lenguaje, no saben diferenciar los contextos ni tienen respeto por los demás. Tristes personajes.
Anoche me topé con uno, al principio te desconciertas, después da un poco de rabia la sobre reacción y el insulto, pero si caemos en su juego, logra el objetivo y tiene argumento para seguir insultando.
Qué difícil es no devolver sacada de madre por otra, sobre todo cuando la primera fue injusta.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Inoportuno


Cuántas veces por un comentario poco afortunado se ha armado la grande, dichos, toses, atoros o picor de garganta fuera de lugar. A veces hasta risas o llantos fuera de contexto nos ponen en situaciones incómodas o derechamente vergonzosas. Bien lo saben políticos, animadores y conductores de noticias, también la gente que no sale en la radio o la tele. Cuando se supone que debemos ser serios se arranca la risita nerviosa, dejándonos colorados. En esos momentos, ¡pucha qué mal se siente uno!, desubicados, irrespetuosos, desordenados, poco serios, todo mal.
Lo peor es tratar de disimular, porque se hace más evidente y el problema se agrava. Es como alguien que después de equivocarse en una palabra dice "
perdón" y la repite.
Por eso es bueno tomar precauciones, antes de hablar en público tomar agua, llevar un pañuelo a la mano, si no sabemos el nombre de alguien a quien nos dirigiremos, anotarlo o usar un genérico (estimado señor o querido amigo sirven), no mirar las muecas de los compañeros... Aunque si de repente se le arranca un impensado comentario, no se preocupe tanto, somos humanos (aunque debe cuidarse si se es representante de un partido, profesor en clase o futbolista, porque esos detalles pueden condicionar el recuerdo que se tenga de usted).

martes, 27 de noviembre de 2007

¿Solidarios?


Faltan pocos días para inaugurar la Teletón de este año, me parece una buena iniciativa por los fines que persigue, pero tiene un peligro: algunas personas sienten que colaborando un día (en rigor 27 horas) al año su índice de solidaridad está completo, que "están cubiertos" respecto a lo que de ayudar al prójimo se refiere.
"¿Cómo voy a ser mala persona si di luca para la Teletón?. Pero si yo di dos lucas, más que el presupuesto aprobado para el Transantiago".
Qué fácil pensar que por un esfuerzo breve somos automáticamente mejores y no necesitamos hacer más, entonces seguimos garabateando al conductor, colándonos donde sea y haciendo lesos a quienes podamos.
Lamentablemente la Teletón se convierte en la excusa de los corazones duros.
No se trata de que posterguemos todo lo que queremos y nos hagamos médicos sin fronteras (respeto profundamente al que sienta ese llamado, aquí lo cité sólo de ejemplo), sino que sepamos actuar con amor todos los días, en las cosas simples: ayudar cuando podamos, respetar la fila (mi tema fetiche a estas alturas), agradecer las amabilidades, no empujar a la mala en el metro, pedir disculpas si casualmente pasamos a llevar a alguien.
Al ver la meta monetaria de las "horas de amor" nos sentimos parte de un espíritu solidario, pero si de verdad no respetamos día a día a los demás ese gesto, que tanto hizo hinchar el pecho, no vale de nada.
Dejemos que el espíritu solidario (también conocido simplemente como amor) se haga parte nuestra.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Que se joroben


Me di cuenta de que no tengo por qué cargar con el mal humor de los demás. Muchos acostumbran descargar la rabia con el del lado: una mala palabra, un empujón o una cara fea.
No es mi culpa, para nada. El que está enojado es el del problema.
No digo con esto que no importa lo que le pase al prójimo o que hay que echar la empatía y solidaridad por el caño... digo que no hay que sintonizar con malas ondas.
Si tuvo un mal día ¡no me jorobe!

Muévete, retuércete


Pucha que molesta andar con las tripas saltonas. Uno despierta de lo mejor cuando de repente viene el retorcijón (o retortijón, como quieran llamarle, ambos nombres son correctos) y ahí se nos acaba la tranquilidad; hay que correr al baño, pensar en rutas cortas hacia donde vayamos, inventar algún menú especial... sin hablar de la sensación misma de dolor que por algunos segundos nos hace transpirar frío.
Ahora, cerca de las fiestas navideñas y de Año Nuevo, hay que cuidarse un poquito, no tanto para evitar engordar, sino para evitar ser víctimas del desagradable retorcijón.
¡Manzanilla para todos!

sábado, 24 de noviembre de 2007

Vendo recuerdos


Creo que la música es lo mejor para recordar, porque nos hace rememorar una atmósfera, además, tatarear o cantar es gratis. No como los merchandising.
Mucha gente recuerda a fuerza de cosas... los mecanismos de la memoria son sabios, y hacen que recordemos lo que necesitamos ¿para qué saturarnos de Gi Joe o Barbapapás si nuestra cabeza no era capaz de otorgarles un sitio?
Los hábiles comerciantes han descubierto una veta profunda... vender recuerdos. Temporadas completas de Angel que nadie necesitaría ver de nuevo (a menos, claro los verdaderos fanáticos), es como si de nuevo los domingos en la tarde dieran Heidi y los martes re transmitieran a Merino.
Los recuerdos tienen un valor único porque están contextualizados por el valor que les otorgamos. Qué fome es ver de nuevo Blanca Nieves.
Tanto necesitamos asirnos a una seguridad que compramos todo lo que nos recuerde la infancia... de repente con cosas que ni nos gustaban tanto.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Asimetría


La gente en las ciudades se siente superior a la del campo, muchas veces he escuchado que se refieren despectivamente a los provincianos y sienten algún tipo de status diciendo"es que yo vengo de Santiago".
Pues bien, los tan civilizados citadinos suelen comportarse como animales, tal cual. La gente de provincia en su vida más pausada todavía respeta las filas.
"Qué corriente el comentario de hoy" pueden pensar ustedes, y están en todo su derecho, sólo los invito a recordar cuántas veces unas lindas señoras que miran respingadas a los demás se cuelan en las filas, se suben a la micro sin pagar e insultan a quienes no les parecen dignos. Cuántas embarazadas se quedan sin asiento porque unos caballerosos muchachos tienen la tendencia al sueño instantáneo (casi mágico diría yo). Cuántas mujeres y niñas han sufrido con las manos de un degenerete que les agarra una presa. Cuántos porteros de edificios y guardias de comercios han tratado mal a alguno que no se ve "decente".
No con esto quiero idealizar la vida en los campos, que también tiene desventajas y sus personas defectos, mi punto es hacer ver que no podemos envanecernos de algo falso, descalificando de buenas a primeras. Mucho prejuicio dando vueltas, mucha violencia silenciosa. Mucho de ver los defectos ajenos.
Tal vez en mi casa tengo más cosas, o contesto más rápido una prueba, pero no por eso soy mejor o peor al que en este momento está pasando por la Alameda.
Recuerden que la soberbia es pecado, y de los feos.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Temporal


"Todo tiene su tiempo", puede ser un consuelo o una justificación, pero siempre implica la conciencia de que todo tuvo, tiene o tendrá la oportunidad de florecer y desarrollarse. Podemos verlo como un llamado a la esperanza frente e cosas que queremos y aún no ocurren o como una triste despedida a lago que duró menos de lo que hubiésemos querido.
Hoy, mientras esperaba que abrieran el banco y se me acercó un perro que finalmente se acomodó a dormir bajo la banca en que estaba sentada, estuve mirando los edificios alrededor, todos antiguos, algunos remozados y pintados, me encontré con unas gárgolas con cara de león tan parecidas a las caras de la pileta chica de la plaza de Los Andes...(ahí donde estaba la única pileta para tomar agua y los asientos de fierro).
Pensé que es difícil darse cuenta de cuando es el tiempo propio, muchas veces nos pasamos pensando en que alguien se va a dar cuenta de nuestro valor, que por fin se van a reconocer los esfuerzos, otras veces creemos que antes fuimos más felices. ¿Saben? eso no es correcto; nuestro tiempo es este, se alimenta de nuestras experiencias y se proyecta con nuestras esperanzas. Para que los otros reconozcan nuestro valor hay que partir reconociéndolo uno mismo. Si queremos que crean en nosotros, partamos creyendo. "Conócete a ti mismo" decía la inscripción del templo de Apolo en Delfos, no quiero ir tan lejos pero digo"quiérete a ti mismo"ahora, en lo que estés haciendo, porque este día es tu tiempo, aquí es tu lugar.
(Esta entrada suena un poco clisé, pero hay cosas que es necesario recordar de vez en cuando)

miércoles, 21 de noviembre de 2007

¡Salud!


Ya que se acerca la celebración de año nuevo, también los hacen los buenos augurios: salud, dinero y amor. Yo creo que se buscan tanto por lo mal que nos sentimos cuando faltan, andamos todo el día pensando en aquello y están los tres muy relacionados: Cuando nos falta la salud, se nos va el dinero y algunas veces el amor. O estamos tan mal que eso nos impide tener tiempo para el amor. Si no tenemos amor, se nos va a la cresta la salud mental. Sin dinero nos deterioramos y perdemos la salud.

Como hay que aprender algo cada día, aquí unas definiciones
Salud, según la Organización Mundial de la Salud, es: el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedades.
Dinero, según el Ministerio de Economía, es:
el equivalente de todos los bienes y servicios de una colectividad. Por su aspecto externo puede ser moneda cuando es de metal, o billete cuando es de papel. Tiene cuatro funciones: como instrumento de cambio, como medida de valor, como instrumento de capitalización y de movilización de valor, y como instrumento de liberación de deudas y obligaciones.
Amor, según la Real Academia de la Lengua Española, es: Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

Buenos deseos para quienes leen
Adiós

martes, 20 de noviembre de 2007

Bla bla conmigo misma


A medida que avanza la tecnología, nos hacemos cada vez más esclavos de ella: gente que se desespera cuando se descarga el celular, otros que se enojan cuando alguien no contesta. Sin querer estamos siguiendo todas las recomendaciones de las empresas y, de paso, gastando electricidad como locos. ¿Cómo conciliamos el "progreso" con los requerimientos energéticos?
Usamos más energía, pero no queremos más plantas termo o hidroeléctricas (las "energías alternativas" están definitivamente fuera del espectro de lo conocido).
Es como los que piden mano dura pero se oponen a la construcción de cárceles.
Cada vez compramos más cosas, generando muchísima basura, pero no queremos plantas de manejo de residuos y ni por si acaso pensamos reciclar. La sola idea de separar la basura es de otro planeta.

Causa-efecto
Acción- reacción
Tesis- antítesis-síntesis
Operaciones y lógicas olvidadas en algún cajón oscuro.
La inmediatez conlleva una visión desechable, de vivir el día sin pensar en ninguna consecuencia. Lo vemos en el cabro chico que roba sin imaginarse que por eso puede ser castigado o el joven que mató a otro de un batazo en la cabeza (en realidad varios). El que gasta sin pensar que mañana no tiene se parece también, como el que tira basura en las acequias o el que descarga desechos en los ríos.
Sin proyecciones, ¿cómo cresta nos imaginamos el futuro?¿cómo lo creamos sin una base? Se dice que hemos perdido la capacidad de soñar, pero creo que la hemos permutado por la de consumir amnésicamente (quiero-tengo, sin esfuerzo), desvinculando a todo de las valoraciones que pudieran tener.
Si no somos un poquito responsables y nos sentimos seres en un mundo y un entorno compartido con otros ¿con qué derecho exigimos cualquier cosa?
Pensamos en todo con un sentido utilitario, cosas que se usan y se botan donde caigan. Esa forma de ver se filtra en todo y se termina tratando a la gente como cosas que si no sirven, se botan, de nuevo sin importar dónde cayeron.
Es necesario despertar a al imaginación, que le dará un codazo a la empatía, para que por fin nos "caiga la teja" ; cachemos que no estamos solos y la vida se hace entre todos, que algunos estuvieron antes y otros estarán después, siendo realmente solidarios (porque no vale serlo una vez al año dando algunas monedas).
He dicho
(más bien he escrito)

lunes, 19 de noviembre de 2007

Calor


Es agradable poder andar con mangas cortas, pero a veces las temperaturas parecen no estar de acuerdo con las posibilidades humanas. Aparte de temperaturas sobre 30°C en primavera, en el norte terremotea. La gente llora y grita, pero así y todo no estamos captando el mensaje; la tierra nos dice cosas y, tan atareados buscando dinero, ya no somos capaces de escucharla como hacían los humanos de hace un tiempo.
No son gritos de auxilio, sino señales de alerta, la tierra no busca que la salvemos, sino que sepamos y podamos vivir, eso es respetándola.
Bien dice Nicanor (más agradable aún cantado por Pancho Sazo):
El error consistió
en creer que la tierra era nuestra
cuando la verdad de las cosas
es que nosotros somos de la tierra

viernes, 16 de noviembre de 2007

La loca esa


De a poco me ha vuelto la costumbre de cantar en la micro. No me subo a pedir monedas, sino que canto las canciones de mi pérsonal (disculpen los más jóvenes, para mi sigue llamándose así). No las tarareo, las canto. Me sé la letra de muchas canciones y las que seleccioné para escuchar son una muestra de mis favoritas, por lo que puedo repetir alrededor del 90 por ciento. Al principio las cantaba muy despacito, casi imperceptibles para el que iba al lado, ahora canto nomás (a volumen moderado eso sí, la idea tampoco es dar serenata).
Cuando me bajo y cruzo por la pasarela canto más fuerte si no viene nadie. Así que si de repente ven o escuchan a una loca pasando que canta "Somebody to love", soy yo.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Susto


Ayer el la tarde me tocó ver cómo un cabro chico le robaba la cámara a una turista en la Quinta Normal, debe haber sido en 5 segundos y él no debe haber tenido más de 13 años. La gringa lo salió persiguiendo y el niño se arrancó. Mi primera sensación fue impotencia, de no poder hacer nada, después me dio un poco de susto, pensé que ese niño, de seguir así, en poco tiempo va a andar asaltando. Me imaginé la cantidad de niños que hacen eso diariamente y por qué. El que vi no estaba desnutrido ni con ropa vieja, al contrario. ¿Habrá alguien en su casa que se extrañe cuando llega con cosas y con plata de la calle?
Me dio pena, por el niño y por la gringa, por los otros cabros chicos que andaban bañándose en la laguna y que tal vez vean el robo como lo más normal del mundo. Me dio pena que haya gente que se sienta con derecho de quitarle algo a otra.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Entre el cemento


Hoy me fijaba en las flores que crecen a la orilla de la carretera, pensé también en las raíces de los árboles que rompen las veredas y los pastos que salen entre los bloques de cemento. Me acordé de haber escuchado más de una vez acerca de la fuerza de la vida que se las arregla para aparecer en cualquier parte.
A mi más bien me parece que es una lección de humildad; si estamos vivos nos aplastan, ensucian y pisotean diariamente, y la naturaleza nos muestra que es posible sobrevivir. Por más que quemen el árbol, en el tiempo que corresponda (pueden ser décadas) aparecerán los brotes vivos del mismo ser.
Todo tiene su lugar preciso y aunque nos despojen del nuestro, poco a poco nos las arreglaremos para asomar una hojita y volver a hacernos presentes, aunque sea sucias y marchitas, como las lavandas en la carretera.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Arte en la calle


Me gusta ver que hay personas preocupadas de expresarse y, de paso, darle un sello personal a las paredes. Siempre me fijo en los graffitis, afiches y autoadhesivos que pegan en las señales de tránsito. Me gustan especialmente los esténciles (Stencil) porque son muy ingeniosos y en general más críticos o de denuncia, creo que son activos e interactivos, que se comentan y producen un efecto de choque. Transforman el entorno y a pesar de ser seriados imprimen identidad a un lugar.
Hace poco vi en al Alameda un afiche en blanco y negro, donde aparece una cintura de mujer, rellenita, con la frase "los 60 cms a la mierda".
Me gusta también una conejita (autoadhesivo) que hay cerca del metro Toesca en un signo de máxima 50, el duende de Liniers que pusieron en la caseta afuera del metro Quinta Normal (antes de que la pintaran verde), el esténcil de un perro abandonado es una animal que sufre en la esquina nor poniente del metro Santa Ana, el graffiti de gatos, palomas y peces en la plazuela Elauterio Ramírez (ascensor Cordillera) y el mural mexicano chileno afuera del museo Lord Cochrane.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Sueños


Me gusta soñar con gente que no veo hace tiempo, porque siento que estoy cerca de ellos de todas maneras. Hace poco me estuve acordando de la Claudia, una amiga que hace varios años se fue bien lejos y fue lindo soñar que conversaba cara a cara con ella. Otras veces me acuerdo de compañeras de colegio, gente de la Universidad o parientes que no veo hace tiempo o que ya han partido del mundo.
Un punto aparte merecen las cosas que sueño despierta, como qué haría si me gano el loto. Me entretengo bastante en los viajes imaginando que visito lugares espectaculares, que conozco a mis héroes, que salvo al mundo... una costumbre que tengo desde chica.
Después de eso quedo contenta, de buen ánimo.
Post Data: También me gusta la canción "Castillos en el aire" de Alberto Cortez con el duende de las cosas que tienen mucho que ver con el amor.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Cocina y casa (declaración de principios)


En los tiempos de nuestras abuelas saber cocinar era imprescindible para una mujer, las labores hogareñas eran el fin último de la existencia femenina, la máxima de las ambiciones. Raro, ¿no?.
Aunque todavía quedan especímenes cuya meta es un pretendiente adinerado, la mayoría de las mujeres que conozco ve a la casa y la familia como un complemento al desarrollo de sus vidas, una esfera necesaria, un hito que marca sus vidas, pero no lo único de la vida.
Me producen curiosidad las mujeres que viven por sus hijos, con esto me refiero a que les hacen las tareas, estudian por ellos, leen los libros que les corresponden... sólo falta que se pongan la camiseta de fútbol y los reemplacen en el juego. ¿Qué pasará por sus cabezas? A lo mejor creen que no se aprende haciendo, que van a aprender a arreglárselas solos por imitación y que cuando ya no vivan con ellas encontrarán a una persona que haga todo por ellos (y la odiarán por eso). Mujeres cuyo valor (en su cabeza) es ser necesarias: el trillado "Te quiero porque te necesito".
Las agrupaciones de derechos humanos debieran reclamar por esa idea instalada en nuestra sociedad, porque resta de valor y dignidad a las personas, relegándolas a ser medios y no fines.
No estoy llamando a la la flojera ni menos al descuido, considero que repartir roles hace bien, que no por ser niño está imposibilitado para ayudar a sacudir o llevar su plato (algo correspondiente a su edad nada más), que no por ser hombre debe ser servido. Quienes queremos debieran conocer las tareas, sopesar el esfuerzo que llevan, para que valoren lo que hacemos y se sientan motivados a colaborar y sentirse parte de la casa.
Si criamos hijos e hijas (ojo, también maridos) engañados con que todo se hace mágicamente, les quitamos la posibilidad de sentirse útiles, los instalamos en un rol pasivo, les damos cuerda para que pida y pidan sin límites... y
en lugar de compañeras o madres nos sentimos sirvientas que nunca reciben retribución a sus esfuerzos.
Compartir hace bien, pero no sólo convidar algo, sino realmente participar en un proyecto común, que se manifiesta en cosas tan cotidianas como preparar el almuerzo. Una frase decía que no hay que dar los pescados sino enseñar a pescar, bueno, enseñemos a cocinar, planchar, lavar, limpiar, etcétera.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cumbre y desvíos


Con lo de la reunión iberoamericana de presidentes el centro se convierte en una majamama de recorridos y caminos alternativos. Podemos pensar que con tan ilustres visitas se hace lo que muchos estilan: barrer la basura debajo de la alfombra, sacudir por "donde mira la suegra"(nunca tuve que recurrir a esa vieja artimaña: mi suegra es súper piti) y poner adornos en las pifias de la pared. O sea, hacer pasar las micros problema (que en realidad son un macro desajuste) por otra parte para que los mandatarios no se vayan a llevar una impresión equivocada de nuestra bullente situación.
Eso diría un criticón pesimista.
¿Qué diría el optimista?... ¡ajá!, claro, que es una oportunidad para cambiar el paisaje, volver a ajustar la mirada, sorprendernos nuevamente con las cosas sencillas (qué lindo este edificio, por el otro camino no lo veía/ ahhh, ya sé por donde irme cuando venga a pie/ así que aquí quedaba la dichosa calle).
Como yo soy genéticamente rezongona y convencidamente optimista, creo un poco de ambas.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Palabras más, palabras menos


A propósito del título musical, mucho se comenta la inclusión de nuevas palabras aceptadas por el diccionario de la Real Academia, lo dije en entradas anteriores, y me parece bien que ampliemos el vocabulario. El problema es que de las miles de palabras a nuestra disposición, usamos un porcentaje muy bajo. Cuántas expresiones se quedan sin salir del envoltorio, nuevecitas, empolvándose en los estantes.
Para que la lengua viva hay que usarla, hay que incorporar nuevos términos, pero no olvidarnos de los anteriores. Una vez escuché que dentro de las recomendaciones de expertos para entrenar la inteligencia, se sugería buscar una palabra poco usada en el diccionario, comprender su significado y usarla en situaciones cotidianas.
¡Hable mejor y sea más inteligente!
Por ejemplo: "En clase de danza aprenderemos el rigodón"

martes, 6 de noviembre de 2007

Todo grande


Todo en gran tamaño no significa necesariamente que se haga a lo grande o por lo más alto, a veces la acumulación se hace para mostrar o demostrar algo. Acá en la capital todo es Extra Large: los edificios demasiado altos, estatuas y monumentos enormes, las calles demasiado congestionadas, la gente muy apurona, los supermercados eternos, los sándwiches rebosando ingredientes en las vitrinas. ¿Todos creen en el amuleto de la abundancia?
Hay cosas lindas, que vale la pena que sean grandes para que puedan disfrutarse, como parques, plazas y paseos, pero otras que preferiría menores, como la altura de los edificios.
El sándwich, la cazuela, la empanada, el completo más grande del mundo... ¿qué queremos demostrar? ¿Y a quién?
Todos los días se me sale lo provinciana... espero que no se me pase nunca.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Palabras mágicas


Descubrí una frase que funciona como magia en la ciudad, en el campo no tiene tanto efecto porque es más cotidiana. No es "Abracadabra", ni "por favor", tampoco, "Dhuir", "Hocus Pocus", "Alakazam", "Shazam", "Sabadabadán" o "supercalifragilisticoespialidoso".
Lo lindo que tiene la frasecita es que se dice sonriendo y al contacto con los dientes produce un efecto de espejo en el interlocutor. En casos extremos, cuando el interlocutor es incapaz de esbozar una sonrisa por los años de atrofia muscular empática, éste se da el tiempo de mirar, durante un lapso de 1 a 2 segundos, a la persona que pronunció la virtuosa frase.
Como esto no es adivinanza, sin rodeos: "Buenos días".

jueves, 1 de noviembre de 2007

Diversión


Es bien distinta la definición que cada uno le da, por ejemplo, a mi me aburre andar mucho rato dando vueltas en el Mall, me cansa la multitud y su murmullo interminable. Me gusta ir a buscar algo que quiero desde hace tiempo (como un buen libro de historietas) a un lugar específico, y a la pasada tomarme un helado de yoghurt, un juguito o un chocolate caliente (depende de la época del año). Prefiero ir temprano y día de semana para no ahogarme en el mar de gente.
Me dan lata las pobres guaguas que van a puro recibir microbios y la gente que considera los pasillos como pasarelas, imitando hasta en los detalles más mínimos a los maniquíes de las tiendas. (No me gusta andar vestida igual a alguien, si pudiera me haría mi propia ropa, pero ese talento no lo tengo, así que trato siempre de buscar algo poco "serial").
Me gusta caminar, juntarme con amigos, reírnos, cantar, comer, visitar gente, escuchar música, andar en tren y caminar a pie pelado por la arena.
A esas cosas sí las llamo diversión.